lunes, 13 de febrero de 2012

Adiós amigo...

Mañana daremos el último adiós a un tío de esos que dejan huella, que siempre se hace notar, en el buen sentido y que todo el mundo aprecia por su simpatía, su humildad, su honestidad, su amistad y así podría seguir sumando calificativos, todos ellos positivos... Un tío muy grande, el Pere Pedrosa.
Hacia muchos días que no escribía y no será por ganas de hacerlo, o porque no me hayan sucedido cosas, pero no encontraba el momento. Hoy tenía ganas por que es la forma de despedirme de él y realizarle mi pequeño homenaje. A veces no sabes porque pasan estas cosas, por más que quieres buscarle el sentido, no aparece y por más que quieres que alguien te despierte del sueño, nadie lo hace, porque es real... Que sensación de impotencia, de desamparo... Menudo vacío, y eso que la distancia hacía que nuestra relación no fuera todo lo estrecha que nos hubiera gustado, no quiero pensar como deben estar todos aquellos que estaban más cerca de tí, el Mariano, el Txume, el Gregori... y como puede estar tu familia, Patricia, los peques, el Robert... Joder... Ayer me enteré a eso de las 17h de la noticia, y lo que iba siendo un finde excepcional se tornó en un desastre. Hacía tiempo que no me encontraba tan mal... Me enteré por facebook. Curiosamente por la misma red social por donde recuperé el contacto con él después de más de doce años. Un impresentable se llevaba por delante con su coche a cuatro ciclistas en Balaguer, dos de ellos fallecían en el acto, y los otros dos tuvieron más suerte y han sobrevivido con heridas de diferente consideración. Ojalá que se recuperen al 100%. Uno de los fallecidos, el Pere, a Juan no tenía el gusto de conocerlo. Joder Pere, hace poco me llamabas para ver cuando hacíamos una salidita por aquí, esa que teníamos pendiente desde hace ya unas fechas... También quedó pendiente la vuelta a la Mussara, la ruta del Congost, vengarme de tu pasada al final de los Monegros de hace dos añitos y como no tomarnos unas copichuelas por Salou... Tendrá que esperar Pedro. Me quedo con tu sonrisa, casi permanente y el buen rollo que daba a los que te rodeaban, y los buenos momentos que hemos pasado junto a ti. Espero algún día que nos volvamos a encontrar, como lo hicimos después de tantos años. No te olvidaré tío, "el puto amo" (como solías decir...), si señor... D.E.P.

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